El golpe del 76 en primera persona

Cuando se habla del Golpe Militar de 1976, muchas son las voces encargadas de hacer memoria. En este blog quisimos hacer memoria recuperando las voces de los que hoy tienen que transmitir esa historia a sus hijos. Voces que cuentan el día a día en la dictadura, lo cotidiano. Voces que se suman a otras. Voces que la memoria recupera y reconstruye para contar esta historia. Voces que esperan otras voces. Voces de padres a hijos. Voces, en primera persona.

Nombre: MónicaJ.
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

30.9.06

"Mi nombre es Cristina..."

Mi nombre es Cristina, en el año 1976 cursaba 4to año de la secundaria.
Antes de ir al colegio, a las 7:00 hs. escucho que mi papá dice: “¡Subieron los militares, al final lograron el golpe!”
Mucho no entendí, pero, al llegar al colegio el clima no era el mismo.
Hice el jardín, la primaria y la secundaria en el Instituto Religiosas de San José.
Por ese entonces, las monjas ya no usaban esa vestimenta larga, se vestían como personas laicas.
Muchas se casaron y otras se fueron a vivir en departamentos o se quedaban a dormir en el colegio.
La directora, la vice y el cura eran amigos de unas cuantas familias que se reunían todos los sábados en mi casa, porque formaban la comisión de padres.
A medida que los días pasaban, las mellizas de 5to año no venían a clase, la directora la vice y el cura se quedaron unos cuantos días a dormir en mi casa, hasta que un buen día dijeron que se iban a misionar al Chaco.
Aunque vivía a una cuadra del colegio mi papá nos llevaba hasta la puerta a dos compañeras y a mí y nos venía a buscar una mamá (no nos daba vergüenza).
Las mellis seguían sin venir.
En Historia me cambiaron el libro. Usaba el de Bustinga y nos dijeron que lo habían prohibido.
De las mellizas, decían que habían desaparecido. De la directora, la vice y el cura, que mejor no volvieran porque eran considerados del Tercer Mundo.
A esa altura, aunque poco, se empezaba a saber algo de lo que estaba sucediendo. Solo algo, porque aunque los adultos entendían de política, y nosotros los adolescentes, la mayoría de mi escuela no, era inimaginable, insospechable, totalmente irracional, todo lo que muchos años después nos enteramos.
Aunque ya es tarde para recuperar lo perdido, tenemos que recapacitar y analizar cada hecho histórico, porque si hay algo que aprendí militando en el Partido Intransigente es que la historia es cíclica y costó mucho tener lo que hoy tenemos, que no es lo ideal, pero son ustedes, y piénsenlo en 1ra persona, como una anécdota que “yo, Juan, Tomás, etc., etc. Puedo, si estoy preparado y estudio, hacer que esto no vuelva a pasar”.
A mí, la libertad de pensar y de poder expresarme con educación y respeto, me hace sentir persona.

Mamá de Belén